A punto de terminar la guerra judicial entre Javier Rigau y el abogado Javier Saavedra
De ocho a diez años de prisión y un total de 609.000 euros. Esto es lo que pide el empresario Javier Rigau al letrado Javier Saavedra. La trama que se ha tejido en torno a la relación profesional entre el denominado ‘abogado de los famosos’ y el marido de Gina Lollobrigida se ha convertido en un ir y venir de los juzgados que está cerca de llegar a su fin. El barcelonés ha interpuesto una querella criminal por estafa continuada, apropiación indebida y desacato profesional a Saavedra que, de prosperar, podría llevar a este último a prisión. Tras varios años de litigios, la resolución judicial está cerca de celebrarse ya que, tal y como ha podido saber LOOK, el juez emitirá sentencia después de las vacaciones de Navidad. A juzgar por lo acontecido en la última sesión celebrada esta semana en los juzgados de Plaza Castilla, las cosas no pintan bien para el abogado para el que la Fiscalía ya había pedido el pasado verano hasta cinco años de prisión.
El caso se remonta al año 2000, cuando Rigau decidió contratar a Saavedra para que le gestionase la gran oleada de críticas que algunos medios de comunicación vertían sobre su persona. La relación sentimental que mantenía con la octogenaria actriz le convirtieron en el objetivo de algunos programas de televisión que lo llegaron a calificar de «oportunista», «homosexual» o «gigoló». Saavedra, experto en llevar disputas legales de personas conocidas como Normal Duval, Rocío Carrasco o Paulina Rubio, aceptó llevar este caso e interpuso un total de ochenta demandas contra todos aquellos que habían increpado a su cliente. «Yo no estaba acostumbrado a los medios, solo acompañaba a Gina a televisión, y todo el eco mediático me sobrepasó», cuenta Rigau a LOOK para justificar la razón por la que contrató al popular abogado. «Varias personas conocidas se han puesto en contacto conmigo. Me siento como una persona que cumple con su deber social . Si otros hubieran seguido hasta el final, mi mujer y yo no hubiéramos llegado hasta ese despacho», añade.
Javier Rigau junto a su abogada Teresa Bueyes/Gtres
Este digital también se ha puesto en contacto con Javier Saavedra para conocer su versión de lo sucedido, pero no se ha obtenido respuesta. Por su parte, Rigau está dispuesto a llegar hasta el final de esta historia para hacer de la suya una sentencia ejemplarizante que sirva para futuros procesos de índole parecida a la suya. Según la versión del propio Rigau, fue la mala praxis de su defensor legal lo que le hizo perder desorbitadas sumas de dinero. Un dinero que, por supuesto, espera recuperar.
«Contraté a dos agencias que se dedicaron a guardar todos los programas donde se hablaba mal de mi y de mi esposa, ese material se lo llevé a este señor para que el seleccionara las partes donde se me injuriaba, pero no lo hizo jamás», cuenta Rigau, que añade que las demandas se interpusieron sin añadir las pruebas determinantes para su posterior éxito en el juzgado. «Preparaba cosas con los abogados de la otra parte, todo para que acabara perdiendo», dice el marido de la actriz italiana. Según la versión del señor Rigau, Saavedra cobró 80.000 euros para sufragar las demandas, pero nunca le devolvieron ese dinero. «La primera cosa que me ganó fueron unas medidas cautelares que luego no se reclamaron y que después perdimos. Me pidió 12.000 euros para que no se perdieran, hice una trasferencia aclarando el concepto del ingreso pero el dinero se lo guardó él», explica. «Además, había juicios a los que ni siquiera se presentaba».
Javier Saavedra tendrá que convencer al juez de su inocencia tras las acusaciones de Rigau/ Gtres
Su relación profesional terminó nueve años después de que se iniciase, en 2009. Ese año Rigau decidió prescindir de sus servicios y poner en manos de otro abogado -Teresa Bueyes- lo ocurrido con Saavedra. Según el catalán, actualmente el letrado se aferra a que fue su equipo del buffet de abogados los que cometieron esa mala praxis con su caso y exime responsabilidades. «Pero es que las tres abogadas que trabajaban con él han declarado en el juicio. Incluso una de ellas grabó un vídeo antes de morir en el que decía que siguieron todos los pasos ordenados por su jefe», cuenta Rigau. De ser cierta su versión y de convencer al juez el testimonio de estas tres trabajadoras de Saavedra, el futuro pinta negro para el abogado. Una cuantía milenaria y varios años de prisión están en juego. La sentencia, después de Navidad.